Ya estoy por aquí chiquitines, la espera por fin llegó a su fin y aquí me tenéis de nuevo. Cada viernes me tendréis por aquí con un poquito más de mí, con un pedacito de mi corazón. Nos leemos.

viernes, 3 de junio de 2016

Pantallas.

Hoy día todos nos escondemos detrás de una pantalla
incluso a la hora de amar.
Pero eso, queridos,
no es amar
ni es amor.

No se puede esconder el amor
tras una pantalla.
Que los te quiero
sólo son mensajes -vacíos-
en lugar de susurros en tu oído.
Que las citas se queden
en unos simples mensajes
a través de WhatsApp
sin sentido.
Que el sexo se quede sólo
en unas vulgares fotografías
que mandas a tu pareja
para que ella
haga todo el trabajo sola.
Todo está perdido.

¿Dónde quedaron todos los enamorados?
Aquellos,
que eran unos románticos empedernidos
que creían más en el amar
que en el propio amor.
¿Dónde quedaron los pequeños detalles?
Esos,
que aunque fueran locuras
se disfrutaban
sin mesura.
¿Dónde fueron los besos furtivos?
que con tanto emoticono
se han perdido.
¿Dónde quedaron las tardes
a tu lado
y los paseos de la mano?
¿Dónde quedaron los gruñidos,
los gemidos
y los gritos ahogados
hasta llegar al orgasmo?
Dónde quedó ese amor de antes.
¿Dónde quedó lo que echo de menos
pero que nunca viví?

Todo, a dejado de ser real
por culpa de lo virtual
pero ¡qué barbaridad!
Aunque no nos guste
volvamos a la realidad
para dejar todas las pantallas
atrás. 

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